lunes, 25 de junio de 2012
La culpa de ser madre
martes, 29 de marzo de 2011
Duele ¿No?
jueves, 24 de marzo de 2011
Benditas excepciones
Al final no somos tan diferentes
De que crees que quieres huir
Tal vez sea la única que te entiende
Créeme solo te quería proteger
Pues tal vez la vida es veneno con miel”
Quemar las naves
Dir. Francisco Franco-Alba
México 2007
Para los críticos más voraces, el cine mexicano sufre de 3 males: los guiones no son sólidos, no existe un star system capaz de llevar público a las salas y la distribución de los filmes es pobre o nula.
Quemar las naves de Francisco Franco, es la excepción que confirma la creencia pues arremete contra estas suposiciones exponiendo las oportunidades que tiene el cine nacional manteniéndose auténtico y alejado de las fórmulas hollywoodenses.
Quién necesita un guion estructurado con técnica depurada, cuando con dos personajes echan en cara la crueldad de envenenar con miel. Cuando la sencilla y a la vez complejísima historia de dos hermanos ermitaños que cuidan a su madre enferma explora el terrible hecho de ser obligado a ser adulto cuando se es muy joven.
Quién chingados quiere un actor taquillero que con una pose y una buena puesta en cámara haga suspirar a la audiencia y esta se convenza de que ya ha valido el costo del boleto, quién necesita eso cuando una bella y natural Irene Azuela destroza el alma del público en una comunicación única y memorable desde los ojos del espectador en su butaca hasta la soledad de la inmensa casa en la que se desarrolla la mayor parte de la historia.
Quién necesita de una distribución con cientos de copias en las salas, si el cine de culto tiene el gran mérito de ser recomendado a través del tiempo. El cine mexicano no ha logrado en muchos casos cumplir con el reto más grande de todos, la recomendación de boca en boca, terminar la proyección y salir con ganas de hablar del filme. En este caso amerita rentar una avioneta y colgarle un letrero gigante que diga ¡Debe verse! mientras en un altavoz suenen los maravillosos temas de Julieta Venegas y el score de Joselo Rangel.
Con esta calidad de filme, vale la pena, como el conquistador Hernán Cortes, encender fuego a los barcos para no querer regresar, que la retirada no sea opción, forzar a los realizadores mexicanos a mantenerse de esta forma, siempre adelante, arriesgando.
Así sea.
miércoles, 23 de marzo de 2011
El maldito pasar de los segundos
127 horas
127 hours
Dir. Danny Boyle
USA
El tiempo apremia, el tiempo cura todo, el tiempo se va volando, el tiempo nos dará la razón.
¿Si?
No es lo mismo un minuto debajo del agua que en la montaña rusa, ni esperar los 2 minutos para conocer el resultado de una prueba de embarazo o los 10 que otorga el profesor como receso en la clase de 4 horas de geometría analítica o los 5 minutitos más de sueño. En la inteligencia de Einstein cabía la relatividad del tiempo, que aunque se refería a una condición física, es imposible no relacionarla con lo lento de esos segundos para que suene la campana del inicio del verano o lo instantánea que es esa ventaja para huir en una ley fuga En su quirúrgica y desgarradora (en sentido literal y figurado) construcción de planos, Danny Boyle nos empapa y abruma con el sufrimiento de un joven simpatiquísimo que disfruta de ser uno con la naturaleza, sudar la camiseta, llenarse de tierra, descubrir en su soledad sus capacidades hasta que queda preso en la inmensidad.
Este joven, en un accidente que pasa así, de manera absurda, cae en una especie de gruta hasta que una gran roca aplasta su mano contra una de estas paredes. Sin posibilidad de mover la extremidad, pasará por todo el camino de desesperación para liberarse. El título del filme, obviamente, hace referencia a las horas que pasó el suplicio y que suman casi 5 días.
Inspirada en la historia real de Aron Ralston que sucedió en 2003, el filme convierte en un vertiginoso relato una situación que en manos de otro director hubiera sido un aburridísimo esperar por la conclusión.
Es la mejor actuación de James Franco a la fecha, que lo pone en un nuevo nivel en Hollywood. Lo amas, te preocupas, te unes, abres y cierras la mano para confirmar que sigue ahí y valorar la posibilidad de movimiento. La película te arrastra por un mar de sentimientos en el medio del desierto. En la combinación perfecta entre actor y director que se ha visto en filmes como el Naufrago de Zemeckis/Hanks ó el Mar Adentro de Amenabar/Bardem, es ahora la dupla Boyle/Franco que lleva en sus hombros la película completa.
El filme reflexiona constantemente sobre cómo las condiciones extremas provocan que el involucrado valore lo que tiene y hace. Tan añorada el agua, tan deseado desear, tan querida la familia, todo allá afuera y el protagonista atado en su libertad.
Al mal tiempo ¿Buena cara?
lunes, 21 de febrero de 2011
El ridículo destino del Dúo Dinámico
Return to the Batcave: The Misadventures of Adam and Burt
2003
El seriado de televisión de Batman producido a finales de los 60s era tan patético y cómico que resultaba pintoresco. Cada episodio incluía situaciones tan inverosímiles como escalar por edificios evidentemente acostados a la cámara, onomatopeyas al golpear ¡Cuas! ¡Pow! ¡Tum!, un ridículo e inseguro batimovil, casi tan frágil como las mallas de los protagonistas y un héroe que siempre le pide ayuda a su fiel escudero para que le manosee el batiasunto. A pesar de todas las escenas absurdas de las que siempre saldrán airosos, las aventuras de los protagonistas son un referente cultural para varias generaciones por su inofensiva trama y los detalles que dieron un sello único ¡Santo placer culposo Batman!
En Regreso a la Baticueva, película para televisión, se valen de esa penosa pareja de héroes, para contar el supuesto caso en que Adam West y Burt Ward los actores originales de la serie (interpretados por ellos mismos), son citados a un museo donde se presentará el batimovil original. En una de las tradicionales patrañas de antaño, alguien roba el auto y son los ahora desgastados héroes quienes deben resolver el caso.
Por medio de flash backs divertidos y voyeouristas, en una recreación de hechos acontecidos a los actores en aquel momento, nos adentramos en las no tan importantes anécdotas detrás de la serie de televisión además de un ambiente de muchos bikinis, que exponen recurrentemente el sexo que trae la fama consigo; un Adam West sorprendido por los reporteros al despertar de un ménage à trois o Burt Ward recién divorciado ahora seducido por una loca maniática dispuesta a matarlo con un cuchillo. Sobre West deja claro que miraba con antojo a cada una de las mujeres en el show y aplicaba la ley de la gravedad: todas caen.
Lo mejor de la película es sin duda el casting, por una parte tanto los actores que personifican a los jóvenes Adam y Burt como de las féminas que son el interés sexual de los protagonistas, una gama de bombones que nos hacen pensar mal del director. Otro mérito irreprochable es el diseño de producción con delicado apego a la época, los escenarios de la serie, vestuario y maquilaje impecablemente fieles al momento histórico.
Una película para televisión tan mala y divertida, que hace honor al fatídico origen. Plenamente congruente con el espíritu de la serie. Sin duda, vale los 10 pesos (menos de un dólar) en los que se vende.
Mientras Nolan se desgastó en justificar la naturaleza del caballero de la noche, no derrochar sin motivos a los archi villanos, y Burton le dio profunda oscuridad a un casi mudo hombre murciélago, nos recuerdan que en contraparte existió un colorido Batman y su joven maravilla. Retrato más difícil de lograr por el pleno conocimiento de la exposición al ridículo.
En la raya: Este Batman, eso si, es mejor que el de Schumacher. Solo para fans de la serie original, evítese la mentada, yo le avisé.